El Talón de Aquiles

Esta historia también se ambienta en la época de la Guerra de Troya. Para la mitología griega, Aquiles fue el principal héroe de la Guerra de Troya y el más fuerte, rápido y bello guerrero de la Iliada de Homero. Estando en el bando de los griegos, lo consideraban invencible, pero no era inmortal.
Aquiles tenía una vulnerabilidad: cuando nació, su madre Tetis lo sostuvo del talón y lo sumergió en el rió Estigia para volverlo inmortal, pero su talón jamás tocó las aguas, permaneciendo vulnerable como el de cualquier otro mortal.
Este héroe creció junto a Patroclo en el monte Pelión, donde se alimentaba de fieros jabalíes, entrañas de león y médula de oso para aumentar su valentía. También aprendió el tiro con arco, el arte de la elocuencia y el canto, y la curación de las heridas.
En el transcurso de las batallas de Troya, los troyanos lograron hacer retroceder a las fuerzas griegas y asaltaron sus barcos. Cuando los griegos estaban a punto de caer, Patroclo, el primo de Aquiles, logra repelerlos, pero muere a manos de Héctor, uno de los líderes del bando troyano.
Cuando Aquiles se entera de esta situación, quiere lanzarse a batalla con los troyanos lo más rápido que pueda, para vengar la muerte de su primo. Para esto, pide a su madre que le haga una armadura nueva, más fuerte y más poderosa. Una vez equipado con ésta, sale al campo de batalla y mata a Héctor. 
El poderoso Aquiles, finalmente, fue derrotado por el troyano Paris, que, sabiendo su única debilidad, le lanzó una flecha envenenada justo al talón.

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